La Ambiguofobia en la Novela Romántica

Foto de los Muertos Crew










Término acuñado por el escritor David Foster Wallace y que alude a la sensación de incomodidad que sentimos al dejar las cosas abiertas a la interpretación: ¿Qué significa esa mirada? ¿Qué habrá querido decir? ¿Qué pensará de mí? ¿Será sincero?

Esa incertidumbre impide al pensamiento que tome partido y eso nos conduce a un comportamiento indeciso que nos angustia.

A veces simplemente preguntar arrojaría luz sobre esas dudas, pero la certeza también puede acabar con la esperanza al mostrarnos la realidad tal cual es, y cuando estamos enamorados tememos precipitarnos.

Ese sentimiento es una más de las trampas del amor y un recurso para generar intriga y malos entendidos en la Novela Romántica que aportan mucha tensión sexual si se hace bien o por el contrario irritan si se exagera hasta hacer perder la paciencia de la lectora que se pregunta lo obvio: ¿Por qué no paran ya y lo hablan?

 La asimetría del amor, de Palmira Blum.

 «Ada empujó a Mario y lo separó de sí, consciente en ese momento del sitio en el que estaba, de Germán, de Mario y de su pecho que subía y bajaba de una forma casi dolorosa.

—Mejor nos vamos, ¿vale?, el paseo no ha sido buena idea después de todo.

Marcharse sola en ese momento le parecía ridículo, seguir a su lado intolerable.»

—No, no ha sido buena idea, no soy tu hombro en que llorar Ada, la próxima vez que me abraces tenlo en cuenta ¿quieres? —dijo Mario en un tono severo que no le había escuchado nunca, pese a que sabía que podía ser cortante a veces. Se sintió avergonzada y no supo que decir.

Se volvió a abrochar el abrigo, y se arregló el pelo, distrayéndose antes de verse obligada a mirar a Mario a la cara.

 Amarte es mi destino, de Connie Brockway (Traducido por Palmira Blum)

 «Ella quería arquearse bajo su tacto, pero hizo lo contrario, ciertamente este deseo reflejo era una traición de su estado de ánimo, la bebida y la escandalosa forma de su boca. Enfadada consigo misma por ser tan simplona y sugestionable se revolvió ante él:

–¿Por qué no haces algo admirable, Harry y dejas de siempre intentar –Buscó la manera más precisa de decirlo y la halló en un americanismo que había escuchado últimamente–…  «calcular todos los ángulos»? ¿Por qué no puedes ser noble por una vez?

–Porque entonces tú esperarás que yo sea noble –Sus palabras salieron duras, casi inaudibles, más duras de lo que había pretendido–, quizás, porque –De repente bajó su mirada y sacudió ligeramente la cabeza– , no quiera que te hagas ideas equivocadas sobre mí».

Comentarios

La disonancia del amor

La asimetría del amor