Donde empiezan los sueños, de Lisa Kleypas.

 

Portada abierta de un ejemplar
Ejemplar de Palmira Blum

Para que no creáis, por los artículos que he publicado hasta ahora, que el tipo de novela romántica que me gusta leer, y por lo tanto que escribo, no es lo que las lectoras de romántica consideramos como tal, voy a contaros la historia de este libro y lo que significó para mí.

La foto de arriba es la de mi ejemplar, siento que esté tan manoseada y vieja pero lleva unos cuantos años conmigo y la he releído y estudiado su estructura (como escritora) unas cuantas veces. 

Realmente descubrí el género al elegir al azar una de las novelas que tenía mi prima en su estantería,  en unas vacaciones que pasé con ella. No sé si fue la edad, el verano, o Torrevieja, donde ella vivía y yo iba todos los veranos una quincena a visitarla, la cosa es que  me enamoró la historia, despertó mi curiosidad y mis ganas de seguir leyendo romance. Tendría 14 o 15 años y mucho leído ya,  pero nada como aquello. A ver no me entendáis mal, había leído cosas más profundas, tanto o más emocionantes, pero no que te atraparan de desde la primera página sin que lo pudiera soltar hasta el final, por mucho que me reclamaran los amigos, la playa o el paseo en moto. La pena es, (y es una de las grandes penas de mi vida,  hasta el punto de que me dejaría hipnotizar si así pudiera recordarlo) que como no recuerdo el título,  no os puedo hablar de ella. 

He de confesar que pese a lo mucho que lo disfruté  y lo «adictivo» que es el romance, o quizás precisamente por eso,  por lo mucho que tenía que estudiar, y por qué voy a callarlo, voy a confesarlo, porque sabía que el romance no estaba bien considerado, no me pareció buena idea dejarme atrapar por él. 

No obstante no paraba de darle vueltas al tema, sobre todo a la idea de por qué ya no se escribían romances profundos, inteligentes y con cultura, un romance con el que la lectora ganara y creciera,  en lugar de quedarse atrapada en las historias simplonas y repetitivas del mundo rosa. Pensaba si las Elliot, Austen, Gaskell, Brontë y los Hardy, Dickens, etc. pudieron hacerlo, ¿qué había cambiado?

En esa búsqueda encontré a Margarette Mitchel, Colleen McCullough, Taylor Cadwell, Frank Yerby (a este ahora se le consideraría muy machista, jajaja, tal vez porque lo era) y por supuesto a Isabel Allende.

Tendría que pasar unos años, y ya viviendo en Madrid,  para que al pasar por un escaparate de una librería de segunda mano: Hiper Comic en la Calle Jerónima LLorente, zona por la que vivía en aquel entonces y en la que ambienté mi primera novela, me tropezara con el ejemplar que veis en la foto.

La elegancia y el título de esta novela llamaron mi atención. Tanto fue así que entré la compré y para mí fue un antes y un después; lo que ahora, con el paso del tiempo, considero una llamada del destino como queráis llamarlo.

Se trata de una novela histórica, ambientada en Londres en 1830 y voy a presentárosla.

Argumento: 

Lady Holland nunca ha salido del camino marcado. Después de tres años de respetuoso luto por la muerte de su esposo George Taylor, a quien admiraba y amaba profundamente, acude al baile de lady Bellemont, presionada por su familia para que vuelva a aparecer en sociedad. No obstante, Holly no puede soportar estar allí sin George y huye a un sitio más tranquilo a esperar su carruaje. Allí se encuentra con un desconocido que no sólo le roba un apasionado beso, sino que además despertará en ella el deseo de volver a poner en funcionamiento su vida.

Zachary Bronson es un multimillonario arribista, de origen humilde y famoso por su falta de escrúpulos. Cuando bese a la inocente y hermosa lady Holland en la oscuridad confundiéndola con otra persona, Zach habrá encontrado un nuevo reto que superar: hacer suya a una señora considerada por todos un modelo de virtudes. ¿La excusa para tenerla a su lado? Que les enseñe a él y su familia las normas de comportamiento de la buena sociedad. Le presenta a Holly una oferta que será para ella muy difícil de rechazar.

Ella se hallará ante una grave encrucijada: la de desafiar sus principios y a la despiadada sociedad londinense; él tendrá un duro reto por delante: imponerse a una sociedad que lo desprecia y enseñar a esa mujer que se le resiste, la pasión que ella desconoce.

Contexto histórico:

El Reino Unido participó también de los movimientos revolucionarios de carácter liberal y democrático que sacudieron Europa en 1830 y 1848. Con Jorge IV (regente desde 1811 y rey de 1830 a 1848) hubo importantes reformas:

  • Supresión de la legislación contra las asociaciones de trabajadores (1824).
  • Primera reforma electoral; extensión del sufragio a los distritos urbanos (1832).
  • Abolición de la esclavitud (1833).
  • Protección legal de los pobres (1834).

En ese contexto social en que el antiguo estatus de la aristocracia va perdiendo terreno ante liberales que comienzan a hacerse rico con los negocios, irrumpe nuestro protagonista aportando su grano de arena para que cambien las cosas; no obstante, aún necesita aprender el conjunto de normas absurdas e injustas que rigen todavía la sociedad británica, y la protagonista será la encargada de enseñárselas. 

Autora: 

Escritora americana, es una de las autoras de novela romántica de más éxito de las últimas décadas, tanto por sus novelas históricas como por las contemporáneas.  Cursó estudios en Ciencias Políticas en el Wellesley College y publicó su primera novela a los 21 años.

Sus novelas siempre ocupan un lugar destacado en las prestigiosas listas de Best Sellers de The New York Times o Publishers Weekly, y en sin duda una de las favoritas de todos los foros y listas dedicados al género.

Ha recibido el premio RITA (el más importante en NR) en diversas ocasiones.

Destaco de ella que sus novelas están cargadas de aventuras, buenos diálogos y personajes únicos, con un considerable respeto al contexto histórico, al lenguaje empleado, las costumbres, la cultura y los acontecimientos.

Por encima de todo, Lisa ha sabido dotar de sensualidad, inteligencia y humor a la novela romántica de una forma reconocida unánimemente entre las lectoras de este género. 

Esta es mi novela favorita de ella. Para mí Lisa lo consiguió, darle a la novela romántica la profundidad que puede tener, y  ha aumentado así, en mi opinión, el  atractivo que siempre ejerció en nosotras. Por supuesto tiene otras muchas otras novelas fantásticas y últimamente se está adaptando a los tiempo construyendo personajes políticamente correctos y tramas que no puedan ofenden a nadie, perfectamente escritas como siempre, pero que a mí personalmente me aburren, no sé lo que sentirán sus lectoras de siempre.

Lisa no es la única que defiende el género con dignidad literaria y que sabe contar, aunque sí una de las que le da más importancia a la cultura. Iré recordando a otras de las mencionadas y muchas que no en futuros artículos. ¿Y a vosotras, os gusta Lisa, cuál es vuestra novela preferida de ella?


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